Centro de Estudios Tecnologicos, Industrial y de sevicios
Segundo parcial
Periodico “Revolucion mexicana”
Integrantes:
Rodrigo Martin Castillo Rangel.
Fernando Castellanos Colorado.
Luis Aaron Merino Escobar.
Erick David Uriel Ortega Castro.
Mario Eduardo Barajas Garcia.
Materia: Lectura Exprecion Oral y Escrita
Maestra: Olga Marisa Duran González.
23 de octubre de 2017
POLITICA INTERNACIONAL
ya Como se ha podido apreciar en los apartados anteriores, los aspectos históricos condicionaron la política exterior mexicana hasta el punto de dotarla de una impronta ideológica que perdurará más allá de sus orígenes. Un ejemplo de ello es el peso de una conciencia nacionalista y anticolonialista que marcará el accionar exterior de México hasta bien entrado el siglo XX (Bremer: 1986, p.30).
Dado el origen revolucionario del Estado mexicano, y vistos los ataques a los que se vio sometido por parte de las grandes potencias, no es de extrañar que la política internacional de México desarrollara un cuerpo ideológico netamente defensivo y de carácter fuertemente nacionalista. La protección del nuevo Estado revolucionario pasó por la expansión de su área de influencia efectiva o ideológica, pero este activismo internacional mexicano se vio dificultado a lo largo de la Historia por el carácter periférico de México y su excesiva proximidad con la principal gran potencia del siglo XX, los EEUU (Meyer: 2000, p.39).
Es pertinente precisar, siguiendo a Lorenzo Meyer, que el nacionalismo mexicano que surgió con la Revolución Mexicana de 1910 no fue un sentimiento patriótico de carácter xenófobo, sino un legítimo sentimiento de “afirmación y primacía de lo mexicano y su soberanía”. Para ello se basó en un “afianzamiento del sentimiento patriótico y la revalorización de lo indígena y lo mexicano”, elementos que habían sido menospreciados históricamente por las élites criollas (Meyer en Bizberg: 1998, p.87).
De las fuentes de ese nacionalismo de tintes anticoloniales emanan dos de los principios medulares de la política exterior de México: la no intervención de un país en los asuntos internos y externos de otro, y el derecho a la autodeterminación de los pueblos. Junto a estos dos principios, la política exterior de México se ha caracterizado a lo largo de su historia por defender también los valores de La neutralidad
Economía
El desorden y la violencia ocasionaron un atoramiento en la economía mexicana y por lo tanto un estancamiento económico en casi todas las actividades productivas, principalmente en la agricultura.
En el sector de la minería la producción sufrió un descanso sumamente brusco. La explotación de oro descendió en 1915 al 18% de lo producido en 1910; la plata bajo el 50% y la de plomo cayó al 4.6% en el mismo año. La participación en el producto bruto de la minería descendió de 1480 millones –pesos de 1960- en 1910 a 883 en 1921, declinando a una tasa media anual de 4.0%.
Esta situación prevaleció aún a costa de la coyuntura internacional que se presentaba por la primera guerra mundial la cual elevó la demanda externa de muchos de los productos mexicanos. Situación, que por otro lado sí fue aprovechada por la industria petrolera cuyo producto interno bruto creció de 65 millones de pesos en 1910 a 3463 millones en 1921, incrementando sus exportaciones de 0.2 millones de pesos a 516.8 millones, en el mismo período, lo cual significó un crecimiento del 43% anual. La minería sólo pudo alcanzar su nivel de 1910 hasta 1923.
Por su parte la participación de la agricultura pasó de 4805 millones de pesos en 1910 a 4652 millones en 1921, cantidad que sólo pudo alcanzarse nuevamente hasta 1926; en 1910 las exportaciones de productos agropecuarios representaban el 31.6 % del total de las exportaciones, cifra que descendió a 3.3 % en 1921.
Política nacional
Antes de la revolución mexicana, Porfirio Díaz gobernó el país durante 34 años (1877-1911). Esta época recibió el nombre de “el Porfiriato”. Díaz acelero el crecimiento económico, y con la ayuda de capital extranjero, ayudo y fomento la industria extractiva del petróleo.
La situación se empeoro cuando las tierras les fueron expropiadas a los campesinos, y a raíz de esto, los salarios disminuyeron drásticamente.
Para el año 1911, se acercaban las próximas elecciones presidenciales. El político Francisco I. Madero , a través de sus ideas liberales, fundo el “partido anti reeleccionista”, y llevo a cabo algo nunca antes visto en México: una campaña política electoral. El 10 de julio de 1990, Díaz fue reelegido nuevamente. Fue evidente que la reelección había sido un engaño, y para Madero el único camino era un levantamiento armado.
Campesinos empobrecidos peleaban en el sur del país bajo el mando de Francisco Villa.
El 25 de mayo de 1911, Díaz renuncio a su cargo. El 6 de noviembre, Madero fue elegido como presidente de la república. Madero gobernó solo 15 meses, en los cuales reforzó los poderes legislativo y judicial. Creo la ley electoral, promovió la descentralización.
Cultura
En las novelas de la Revolución, con Juan Rulfo como el último gran exponente en los años 50 con Pedro Páramo y El llano en llamas, este nuevo género mexicano, trata el problema de la tierra, del indio, de la situación rural. Destapa rincones ocultos, da a conocer la existencia de gente desconocida e ignorada, de regiones escondidas del país que por primera vez salen a la luz pública, como en el siguiente párrafo de Los de Abajo:
“Una nueva descarga y otros 21 hombres rodaron de roca en roca, con el cráneo abierto. -¡Salgan bandidos!... ¡Muertos de hambre! ¡Mueran los ladrones nixtamaleros! ¡Mueran los come vacas!-.
Mexicanos como el pensador y filósofo, Leopoldo Zea; el inmenso escritor, Alfonso Reyes; hijo de uno de los protagonistas de la Revolución, el general Bernardo Reyes, quien intenta tomar por asalto el Palacio Nacional con lo que se inicia el periodo conocido como La Decena Trágica, cae abatido, y más tarde nuestro Premio Nobel, el poeta y escritor, Octavio Paz, comienzan a preguntarse por la identidad perdida luego de la Revolución: Qué nos pasó. Qué somos. Qué significa ser americano y luego mexicano.
Deportes
Carreras de caballo
En 1882 se inauguró el Hipódromo de Peralvillo, acontecimiento fue detonante en el desarrollo deportivo nacional y, por sus características, un lugar para apostar grandes cantidades de dinero en las carreras. Para 1890, el Jockey Club era el centro de reunión de la sociedad masculina de la época.
En 1895, el coronel R.C. Pate fundó la Robert C. Pate Racing Association, compró terrenos y construyó el hipódromo suburbano de Indianilla, en la carretera de La Piedad. La pista era un óvalo de casi dos kilómetros y medio, con veinte metros de ancho, espacioso estadio y áreas verdes para los espectadores que asistían a las carreras.
Corridas de toros
En México las corridas de toros se permiten y se prohíben, según la época.Las corridas de toros también representaron espectáculo importante a lo largo de la historia de México. No obstante, en el primer gobierno de Porfirio Díaz se prohibieron las corridas en el Distrito Federal y en estados como Zacatecas y Veracruz. La restricción duró hasta 1888.
Espectáculos con seres humanos.
En 1895 se celebró la primera pelea de box entre Billy Clarke y Billy Smith en Pachuca. También se comenzaron a desarrollar competencias de atletismo, sobre todo carreras de velocidad, de obstáculos, salto con garrocha, esgrima y gimnasia para varones, las cuales convocaban a numerosos espectadores.
Deporte varonil.
Ciclismo y carreras, dos deportes para lucir habilidades personales.Por otra parte, los hombres tendían a inclinarse más hacia los deportes de equipo y contacto, como lo fueron el béisbol, el fútbol, la pelota vasca y, en menor medida, el rugby o el boxeo. La mayoría de los practicantes de estos deportes eran extranjeros. Los juegos en equipo tardaron en arraigarse en la sociedad. Se creía que uno de los motivos por los que había poco entusiasmo frente a estos deportes eran los horarios de trabajo, que impedían el goce de los deportes antes mencionados, ya que cuando el hombre terminaba su jornada laboral, ya era de noche.
Laboral
Los trabajadores y el ayuntamiento de la ciudad de México durante la Revolución Mexicana
En el transcurso de la Revolución Mexicana la relación de los sucesivos gobiernos de la ciudad de México con las organizaciones de los trabajadores y con el mundo del trabajo en general fueron modificándose. La relación del ayuntamiento de la capital mexicana con la Casa del Obrero Mundial -principal organización obrera del país en la década de 1910- así como las posturas que respecto a los asuntos laborales y las demandas obreras sostuvieron las distintas facciones de la revolución son fundamentales para entender la conformación de la clase obrera mexicana.
Sucesos
El choque entre Francisco I. Madero y Emiliano Zapata.
Francisco I. Medero creía que los objetivos de la revolución y habían sido alcanzados con la derrota del gobierno porfirista, pues México contaba con las instituciones democráticas que atenderían los deseos reformistas de los campesinos. Sin embargo Emiliano Zapata afirmaba que no existía reforma agrafia sin el uso de armas. Una de las fraces mas celebres de Emiliano Zapata es: la tierra es para quien la trabaja. Esta fracción coloco a Francisco I. Madero en dependencia de la camarilla militar liderada principalmente por el general.
Educación
Al principio la escuela era para los más privilegiados en las grandes ciudades, es por eso que se inició la educación popular la cuál debía llegar hasta los rincones más pobres de nuestro país y para ello es el estado quien debe asumir la organización y director de la institución de la niñez.
Como principales cambios en la educación se comenzó a enseñar artes y oficios en las escuelas, la prohibición al clero de impartir educación y la obligación de la educación elemental
Local
Nos referimos a las batallas de Celaya y La Trinidad (en León), acontecidas entre abril y junio de 1915, que significaron el principio del fin para la División Norte, la otrora poderosa milicia de Francisco Villa que tras el asedio de las fuerzas federales comandadas por Álvaro Obregón, fue progresivamente disminuida y desarticulada, hasta convertirse en poco más que una guerrilla.
Detalle que añade celebridad y aire legendario a la segunda de aquellas confrontaciones fue que en territorio leonés, en la antigua hacienda de Santa Ana del Conde para ser exactos, fue que Álvaro Obregón perdió su brazo.
Los enfrentamientos revolucionarios en el Bajío estuvieron precedidos por el rompimiento, tras la Convención de Aguascalientes, entre las facciones convencionalista, donde se alineaban Villa y Zapata, y la constitucionalista, encabezada por Venustiano Carranza.
Con el mando de Álvaro Obregón, las fuerzas leales a Carranza, iniciaron en 1915 el sometimiento de los villistas. Entre el 6 y el 15 de abril les propinaron la primera derrota en las inmediaciones de Celaya, obligando a un repliegue hacia León.
Villa creía que en los llanos leoneses podría derrotar a los tropas de Obregón con sus legendarios ataques masivos de caballería. Casi lo logró el 3 de junio de 1915, cuando atacó por sorpresa el campamento constitucionalista en la Hacienda de Santa Ana del Conde. No logró abatir a su rival ni a sus tropas, pero sí cobró un cruento trofeo: el brazo derecho de Obregón, arrancado por una granada.
Ciencia
A través de las asociaciones científicas también se logró el desarrollo de la ciencia en nuestro país, tales como la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística y L a sociedad Mexicana de Historia Natural.
En materia de salud, se comenzó el control de epidemias gracias a la creación del primer código sanitario.
Apareció la industria eléctrica que alcanzo una capacidad instalada de 22mil kilovatios en cuatro plantas de vapor y 14 hidroeléctricas también aumentando el tendido de líneas de telégrafos.
Así mismo se creo el Observatorio Meteorológico Central. Instituciones que dieron un impulso a la ciencia en el México de ese entonces fueron el instituto médico nacional y el instituto geológico.
Religión
Iglesia y revolución mexicana si hay años tristes para la iglesia católica en México estos fueron los que siguieron ala revolución de 1910. Profirió Diaz, que había gobernando el país durante los 30 años anteriores al inicio de la revuelta, había traído una época de prosperidad y de paz a México. Es cierto que había una enorme desigualdad social durante su dictadura, pero esta tuvo su origen la política de Benito Juárez ala iglesia tierras y propiedades.
El poderío de esta iglesia no sólo se apoyo en el alma de sus comulgantes si no también acumuló un poderío económico y una influencia definitiva en la política y sobre la sociedad. En la mitad del siglo 19 con las nuevas leyes de reforma, la participación del clero en la vida civil disminuyó menos formalmente. La iglesia no sólo fue desposeída de sus bienes si no del estado (burgués)
Sociedad
La sociedad mexicana estaba dividida en varias clases; la clase aristocracia feudal o “alta sociedad “, la burguesía nacional, la pequeña burguesía o clase media y el propietario de los campesinos. Esos 30 años fueron una dictadura. El porfiriato enriquesio a un pequeño grupo de familias a costa del trabajo de los campesinos y los obreros que formaban la mayoría de la población. Se constituyó, entonces una clase rica que era dueña de haciendas, de fábricas de casas comerciales y de negocio financiero. Además de los bienes económicos, este grupo de ricos controlaba el poder político y disfrutaba de una preparación cultural suficiente para juzgar al resto de la población.
PASATIEMPOS
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